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Trayectoria histórica de RTVV

1.Gobierno Socialista: Estatuto y Ley de Creación (1989- 1995)

 

A partir de la aprobación del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana se crea la posibilidad de construir unos medios de comunicación dirigidos a potenciar la identidad cultural y lingüística valenciana, favoreciendo la intercomunicación entre valencianos. En este contexto el 4 de julio de 1984 las Cortes aprobaron la Ley de Creación de Radiotelevisión Valenciana y en marzo de 1988 se constituyó el Consejo de Administración. Según dicha Ley, RTVV se inspirará en la promoción y protección de la lengua propia de la Comunidad Valenciana, en la objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones, en la separación entre informaciones y opiniones, la protección de la juventud y la infancia, en el respeto al pluralismo político cultural y lingüístico, religioso y social. (Artículo 1, de la Ley 7/1984 de la Generalidad Valenciana de 4 de julio).

 

Asimismo, la Ley de Creación establece la gestión de los servicios de Radio y Televisión a través de dos empresas públicas en forma de sociedades anónimas, Televisió Autonòmica Valenciana S.A. y Ràdio Autonómica Valenciana S.A. La Televisión Valenciana inició sus emisiones en pruebas el 2 de septiembre de 1989 de la mano de Xelo Miralles, y las regulares el 9 de octubre (día de la Comunidad Valenciana) del mismo año con Diego Braguinsky en pantalla. Durante esta etapa gobierna en la Generalitat el socialista Joan Lerma, y Amadeu Fabregat es elegido por el Consell como director general del ente. De esta manera, RTTV se asienta rápidamente en la sociedad valenciana como símbolo propio, con unas cuotas de audiencia importantes y un presupuesto dividido entre las aportaciones de la administración mayoritariamente, al tratarse de una empresa pública, e ingresos comerciales. En cuanto a la línea editorial, se inclina hacia las opiniones del gobierno (PSOE), pero dentro de unos límites prudentes. La plantilla inicial estuvo conformada por profesionales que aprobaron una oposición, con contratos por obra o servicio. Además de la calidad, la cantidad. A mediados de 1995, el volumen de trabajadores rondaba sobre las 800 personas.

A modo de cierre, sería interesante mencionar las acusaciones que recibieron los socialistas: creyeron que su gobierno sería eterno, razón por la cual no blindaron el modelo de RTV que “debería haber sido y nunca fue”. Ya se encargó el PP.

 

2. Eduardo Zaplana y el inicio de la hegemonía popular (1995-2002)

 

Tras el escaso periodo de mandato socialista, Eduardo Zaplana es elegido portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados de España y, con él, RTVV sufre una serie de modificaciones que explicarán, en gran medida, la crisis actual que sufre el medio.

 

Uno de sus objetivos fue RTVV. Por aquel entonces, la televisión pública valenciana tenía una gran reputación y alcance social. Anteriormente, había gobernado el PSOE y, por ello, Zaplana se esforzó en erradicar cualquier resquicio socialista realizando un conjunto de cambios para modificar la anterior tendencia política del canal. Recopilando información, se evidencia que aquellos trabajadores afines a los socialistas fueron relegados de sus puestos y llevados a una nueva cadena denominada Noticias 9. De este modo, se realizaron nuevos contratos a personas con una mayor relación con el nuevo gobierno del Partido Popular.

 

¿Cuál podría ser uno de los motivos por los que se decidiese cambiar a aquellos trabajadores que eran contrarios a la ideología política entonces dominante? Analizando la situación, se advierte que la depuración facilita el control de toda la información que pudiesen perjudicar tanto al Partido Popular como al Gobierno de Zaplana. Y al parecer, así fue.

 

Este periodo de tiempo ha quedado marcado por la manipulación informativa que tanto directivos como jefes de secciones ejercieron. Entendida como censura, obviar ciertas noticias requiere dicha denominación, y falta de un pluralismo real. Se advierte gran cantidad de ejemplos: 13 de junio de 1999 todos los medios se hicieron eco de un diálogo entre Chiquillo y Aznar, mientras que RTVV eliminó la conversación acerca de la reforma del Estatuto; Canal 9 silenció el caso del soborno a regidores en Callosa (Alicante), etc.

 

Por otra parte, cabe recalcar el derroche desmesurado de dinero. A partir de 1995, los gastos superan los ingresos y, así, el endeudamiento del ente (eso sí, este fue contraído con la Generalitat y, más concretamente, con un préstamo avalado por el Instituto Valenciano de Finanzas). Ejemplos como el pago de los derechos por el fútbol de los equipos valencianos, compra de documentales a precios desorbitados, etc., han provocado una deuda que hoy alcanza casi los 1300 millones de euros. Debido al valor de la misma, Zaplana decidió en 1999 cambiar la ley. Así, la empresa podría endeudarse por sí misma, sin necesidad de que la Generalitat asumiese estos gastos.

 

3. Francisco Camps y la Gürtel: endeudamiento progresivo (2003-2011)

 

El segundo eslabón en la consolidación del imperio hegemónico del Partido Popular fue Francisco Camps (2003). Lejos de distinguirse de su predecesor Eduardo Zaplana, consumió y magnificó el modelo de RTVV heredado: televisión “pública” sustentada en el clientelismo (especialmente con las productoras), la servidumbre obscena y la depuración de la plantilla (sofocar el pluralismo propio de los medios); e instigada por el beneficio político y económico de la oligarquía popular.

 

Desde una perspectiva jurídico-legal, el modelo de financiación aprobado en el año 1999 por la Generalitat Valenciana eliminó la obligatoria subvención financiera del ente público desde el presupuesto autonómico. Tal independencia económica dio pie a la entrada de financiación externa y el desarrollo de una catastrófica gestión por parte del gobierno sobre RTVV, que intensificará su vulnerabilidad ante la eminente quiebra.

 

En aras de promover un mensaje hegemónico de legitimación del partido, la ampliación (o la depuración) de la plantilla de profesionales de la información constituyó una de las prioridades del nuevo presidente. Coincidiendo con la apertura del nuevo canal “Nou 24” en 2003, entró a formar parte del equipo informativo nuevo personal, simpatizante en su mayoría con el nuevo régimen informativo (el trasvase de personas del Consell de la Generalitat Valencia a RTVV, como Nuria Romeral. Directora de Ràdio 9 evidencia la extensión de la derecha en RTVV) mediante contratos de obra, atestados de irregularidades según la Sindicatura de Comptes.

 

Año tras año, el número de trabajadores, fijos y temporales (algunos de ellos contratados sin oposición), se ha incrementado exponencialmente, alcanzando 1.800 empleados en 2009 (ampliación que también se dará en la cúpula administrativa a partir del 2010). De este modo, los gastos en personal han crecido durante la legislatura de Camps (81 millones entre 2008 y 2009) aún la falta de presupuesto. En última instancia, el coste de producción del material, junto con una plantilla masiva, genera una deuda profunda y una crisis estructural del modelo de televisión pública valenciana.

 

RTVV pretendía aplicar un modelo de gestión de televisiones públicas caracterizado por una estructura de personal importante y muchas cadenas en funcionamiento. La eficacia de este tipo de gestión depende, en gran parte, del volumen de coste de la cadena con relación a la renta per cápita. Un grupo regional que aspire a muchos canales de televisión y radio, supondrá un mayor coste, y por lo tanto, una mayor carga per cápita para los ciudadanos de esa región.

 

En el caso de la cadena valenciana, el aumento de personal no supuso el descenso de los costes de producción. La programación de RTVV dependía de la gestión de los contratos con productoras. El coste (sobrevalorado) de la instalación del sonido por parte de la constructora Teconsa en la visita del Papa a Valencia en 2006, constituye un ejemplo ilustrativo de las ingentes cantidades económicas demandadas (aún su relación posterior con Special Events y la trama Gürtel). En 2010 RTVV acumuló más de 49 millones de euros en producción externa. Junto con los 80 millones de euros en personal, hacen un total de 129 millones de euros, cifra que sobrepasa los ingresos obtenidos (28 millones). Con todo, el diagnóstico del Síndic de Comptes no puede ser más certero: “Recurrente desequilibrio económico entre gastos e ingresos de explotación, motivado, entre otras causas, por una desproporcionada relación entre los aprovisionamientos y los gastos de personal y la cifra de negocios”.

 

4. Alberto Fabra: hundimiento y reestructuración de la cadena

 

Tras una etapa cuanto menos polémica y al frente de Camps, en 2011 llegan nuevos tiempos marcados por un cambio político. La dimisión del antiguo presidente de la Generalitat supone la entrada del actual-Alberto Fabra. La situación de declive es tan evidente que resulta imposible intentar ocultarlo. El nuevo president Fabra al llegar al cargo prometió pluralidad en RTVV, advirtiendo la imposibilidad de mantener una “Radiotelevisión pública sobredimensionada”. Su llegada marca una ligera apertura informativa.

 

Teniendo en cuenta la trayectoria de RTVV resulta complicado hablar positivamente de esta cadena, en teoría, pública. A la manipulación informativa y a la enorme deuda generada, se le suma la enorme bajada de audiencia registrada en los últimos años. En el mes de junio la audiencia se situó en un exiguo 5,3 %, cifra bastante cercana a la mínima histórica de la cadena. Aunque es cierto que todas las televisiones autonómicas han perdido audiencia con la llegada de la televisión digital (TDT), los valencianos son los menos fieles a su televisión autonómica. Este hecho no parece más que una simple excusa de RTVV para justificar la pérdida de espectadores, pérdida que en el fondo se debe a la falta de credibilidad, fruto de sus contenciosas informaciones, que la cadena ha ido ganando paulatinamente.

 

Sin duda el acontecimiento más polémico en los últimos meses ha sido el reciente Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por RTVV. Los empleados, para ser exactos 1.198 trabajadores, son ahora las víctimas directas de una gestión guiada por el mero interés político y económico. Esta medida pretende reducir el 73% de la plantilla, quedando un total de 480 empleados a cargo de una televisión que cae en picado. Según el comunicado de RTVV, la reducción de plantilla se lleva a cabo debido "a criterios estrictamente económicos" y pretende el ahorro de recursos de la Generalitat, el saneamiento y modernización de la radiotelevisión pública y el mantenimiento de sus funciones de servicio. Según fuentes de la cadena, se pretende ahorrar alrededor de 53 millones de euros anuales.

 

Tras la publicación del Expediente Regulador de Empleo fueron numerosas las protestas que iniciaron los empleados. Sin duda, la más sonada fue la que se llevo a cabo ese mismo día: varios trabajadores ocuparon el plató en el que se estaba retransmitiendo en directo los informativos de medio día. El discurso pronunciado por los trabajadores que dejó entrever toda la manipulación que esconde RTVV, además de los explícitos gritos de “dimisión” voceados por el resto de plantilla. Esta protesta solo se pudo seguir durante 4 minutos dado que se cortó la retransmisión en directo, dejando una cortina negra a la que siguió un documental y series. No es la única. Se le suman las diversas manifestaciones cuyo objetivo es evitar el ERE y defender una televisión pública autonómica de calidad.

 

La llegada de Fabra, así como la necesidad de reinventar la cadena, han desembocado en la creación de una nueva Ley aprobada recientemente por el Consell. Los rasgos principales que la definen son la integración de RTVV, Televisión Valenciana y Radio 9 en una sola sociedad, la elección del director General por mayoría de 3/5 de la cámara y el establecimiento de un límite presupuestario. El modelo de financiación ha sido también variado: se trata de un modelo de gestión mixta, público-privada. Un contrato-programa definirá cuáles son los programas de carácter público y cuál es su financiación. El resto de programación que no se considere de servicio público, se deberá de autofinanciar. De esta manera, parte de la programación quedará en manos de un gestor privado o se adjudicará a una empresa una determinada franja horaria. La dificultad recae en decidir qué programa es de servicio público y qué programa es de servicio privado por su carácter subjetiva.

 

Además, la externalización eliminará muchos departamentos y, por tanto, la plantilla será reducida. Ambas medidas reflejan a la perfección la pretensión que han tenido siempre los populares de privatización de RTVV. Cadena, recordemos, pública.

 

Por último, es importante nombrar a la que será la nueva directora de RTVV, la jurista Rosa Vidal, que apuesta por un ente “sostenible, plural y democrático”. Son tales sus expectativas de cambio que, incluso, hace oídos sordos al ERE: “No conozco el procedimiento del ERE y ni del expediente sancionador. Cuando entre ya me podrán preguntar por lo que considere, así que no valoraré nada que afecte al pasado porque sería una irresponsabilidad". La nueva presidenta ha sido muy criticada por la oposición al no poseer ningún tipo de experiencia en los medios. Ataque que ella misma justifica alegando su larga experiencia en la gestión tanto pública como privada.

 

 

 

 

Con la colaboración de Laura Jiménez Carbonell, Yasmina Zarcos Carles, Paula Lozano Delgado y Ainhoa Trapote Tauste.

 

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